En la 93 nos gusta mirar la historia desde una perspectiva de género, por eso, además de reivindicar a las mujeres que fueron parte importante de las gestas revolucionarias, hoy vamos un poco más allá y nos preguntamos: si patria viene de padre ¿por qué siempre hablamos de la madre patria?
Les dejo algunos párrafos muy interesantes para que empecemos a pensar y, por qué no, a cuestionar algunos conceptos bien arraigados... ¿Patria o Matria Argentina?
“Por la Matria y su honor” (click en el título para la nota completa)
"Desde un abordaje etimológico el término patria en su raíz latina
deviene del adjetivo patrius-a-um (relativo al padre, a los antepasados), desde
un abordaje sociológico las cargas hereditarias se realizaban a través de los
hombres de la familia. Poner en discusión la representación estructural, en la
que la historia ha sido escrita y heredada por los hombres invisibilizando la
participación y el protagonismo de las mujeres. En este sentido, la perspectiva
de género, no supone la eliminación del concepto de Patria sino la
implementación de la denominación Matria que remite a tensionar la histórica
representación de la masculinización de los atributos de nacionalidad, raza,
género, tradición y origen."
"Según
este paralelismo, la tierra que nos vio nacer debería ser nuestra matria. Eso
de la madre patria es un oxímoron al que nos hemos acostumbrado, donde se cuela
otra vez un patriarcalismo nefasto, que convierte en agresiva la dulzura de la
madre tierra. La raíz y el arraigo que todos necesitamos se deforman así en
autoafirmación. En la infancia, que tanto nos configura y en la que echamos
nuestras raíces humanas, la madre sugiere sobre todo ternura y fraternidad, el
padre sugiere más poder y competitividad. Así nació esa expresión machista de
orgullo patrio y el entrañable amor a la propia tierra se deformó tanto como la
imagen de Dios masculinizada…"
“Es una deconstrucción
del término “patria”, una revisión feminista del concepto que clásicamente se
ha referido a la “tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se
siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos” y
al “lugar, ciudad o país en que se ha nacido”. Todo porque “patria” viene de
“pater” (padre); aunque esa tierra aludida quede en nuestro imaginario
emocional como femenina. La “madre tierra”, sí, desde las deidades
antiguas representadas en el Paleolítico, pasando por el Cántico de las
criaturas de Francisco de Asís.”